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domingo, 11 de diciembre de 2011

Me voy / me quedo

Pasa el tiempo y debe de llegarme eso que a lo que le dicen madurez. Pensar un poco en el futuro, dejar los resentimientos familiares, aceptarme como soy.

Llegan también las responsabilidades: termina la universidad, buscar ser económicamente independiente, ahorrar.

El tiempo es limitado: trabajo y estudio, escucho música para poder soñar por al menos 3 minutos. 

Siento que he perdido (o estoy perdiendo) el don de soñar e imaginar. De poder describir lo que me pasa, lo que nos pasa. Estoy cansada de estar apresurada.

EN MEDIO DE TODO

Se me ocurre huir. Otro país me tiende la mano. Por unos meses sólo estudiaría, conocería y lo más probable: olvidaría. Me ayudarían la playa, el sol, la independencia mientras todo sería auspiciado por los padres y su anhelo de un futuro mejor en este medio globalizado y capitalista.

Yo, concientemente perdería la conciencia, aplazaría las responsabilidades, el fin de la carrera y los compromisos. Me entregaría a la vida y al olvido.

PERO

Un sentimiento de querer proteger al prójimo: cuidarla a ella, la chica que tanto quiero, me harían ¿crecer? ¿Quedarme? 
  • Opción 1: Irme, aplazarlo todo.
  • Opción 2: Quedarme, enfrentarlo todo.

En la primera opción me esperan largos trámites, de regreso tendré un bronceado y muchas fotos.
En la opción dos, tendré hartos retos, y probablemente cuando todo acabe, tendré heridas invisibles y un albúm de recuerdos en la cabeza.

SOY LA DUDA


 

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... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.