Seguidores

domingo, 11 de diciembre de 2011

Las mujeres somos enigmáticas, si queremos, podemos disimular muy bien. Además de mentir, fingir, intrigar y así enamorar. No digo que sea una cuestión permanente, solo digo que es posible, como un poder que se puede o no ejercer.

Lo otro que nos sale genial a las mujeres es el callar: los miedos profundos, los tabues, lo que nos averguenza. A mi me parece curioso, lo poco que se hablamos entre nosotras de La Mestruación, por ejemplo, salvo que sea para quejarnos por el dolor. (Particularmente la menstruación me parece maravillosa, aunque acto frustrado, es el intento de la vida). 

Otro limbo, son los misterios del sexo. ¡Ni qué decir del sexo entre mujeres! y la clásica pregunta ¿quién la hace de hombre? Responderé: NADIE, nadie entre chicas la hace de hombre.

Otro día sigo hablando de sexo. Ya me dio sueño y roche (vergüenza)

No hay comentarios:

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.