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viernes, 30 de abril de 2010

¡Qué asco!

¡Qué asco! hemos dicho todos alguna vez, pero ¿nos hemos puesto a pensar en por qué lo dijimos? Bien, puede ser que haya sido una reacción natural visceral ante, tal vez, una escena poco grata, fisiológica , no común a la vista... o también puede ser,  lo que algunos dicen con respecto a otros, con un tufo de desprecio. Las gentes que por ser mayoría son los "normales", al decirlo se mantienen apartados de los otros, que por ser minoría son los "anormales", ponen un límite.


El asco también es cultural y aprendido, se me ocurre para eso los ejemplos de un@s amig@s asquientos, a quienes les enseñaron que tal o cual cosa era "cochina". El asco es una emoción que califica a lo que lo provoca como repulsivo y atractivo al mismo tiempo, es por tanto ambigua, y por ello tiene un perverso atractivo... Lo hemos  sentido todos en diversos ejemplos de calores poco comentados, tal vez en dudas que por dentro crecen, de arcadas que con autoridad se adueñan del ser, y también lo hemos sentido con miedo. Miedo de que aquello que no queremos ni ver, que queremos obviar, que denotamos asqueroso... por dentro, y de cierta manera nos guste, nos atraiga.

Qué hacemos si esta duda asquerosa surge, por ejemplo, en el siempre presente y recurrente lado sexual ¿qué es lo normal y lo anormal en lo profundo de nuestro deseo? ¿será lo que deseo asqueroso? o peor ¿deseo aquello que me digo, es asqueroso?

miércoles, 21 de abril de 2010

Jueves de Resurección

Lo andan susurrando, voces de ahogados disimulan índices acusadores (¿será?)
Pobre, pobrecita tanta maldad puede haber en el mundo, y toda para ella. Será pues el destino, por decir algo, lo que hace que se tenga que enfrentar a lo que la persigue. Por algo será, tal vez no fue su culpa, otros decidieron por ella mucho antes que de su boca saliera un sonido ni de sus pensamientos una idea, ni de sus mente un objetivo; el camino ya estaba trasado y le tocaba seguir las migajas dejadas en el camino sobrevolado por cuervos.

¿Tanta maldad puede haber en el mundo?
La consuelan pensando en sí mismos, se comparan y se preguntan qué habría sido si estarían en su lugar, lo uno, lo otro, no aquello. No es personal, no... qué va...! Por arriba es consuelo que por debajo es abstracción y en el fondo es puro egoísmo, pues cada uno ya vive en su pequeño infierno, y eso es lo que ven, lo que entienden lo que para cada uno es el mundo.

Y te dirán:

Anda, corre, vuela, llama, compra.
Sale, cambia, no te conformes.
Mira, analiza, crítica, no te calles.
Crece, entiende, madura.

Y yo te diré:

Haz lo que te dé la gana.
Toma lo que necesites
para, descansa, cierra los ojos.
Detente ¿a dónde vas?
Exacto: quédate aquí, ahora.

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He vuelto, o más bien quizá nunca me fui,
encontre lo que buscaba.

Me encontré
:)

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.