Seguidores

sábado, 11 de abril de 2009

Es temprano, no sé qué hora, pero es temprano… estoy en un estado entre dormida y no. Estoy soñando pero sé que estoy dormida, en cuanto quiera me despierto. Escucho que alguien gira la perilla de mi cuarto, luego camina hacia mi cama, y de pronto se para, me mira dormir… siento su mirada, me intimida, quiero que se vaya, pero no lo hace, entonces abro los ojos lentamente, con letargo…la veo borrosa, es ella, llegó de viaje.

Se acerca al filo del colchón, se sienta junto a mí, me acaricia el cabello y me besa en la frente mientras me pregunta:- “¿dormiste bien?”. La miro de lado, la veo grande, inalcanzable, extraña y conocida como siempre, y como siempre también lejana para mí. –“Sí” le digo, con una pequeña sonrisa. De pronto mis ojos se llenan de lágrimas, soy una llorona. –“te extrañe” le digo, -“yo también”- me dice y me abraza de nuevo. Es un abrazo largo, raro entre nosotras, me reconforta. No lo soporto, y le digo: “haga lo que haga… igual… me vas a querer… ¿verdad?” Sus brazos dejan de presionar mis hombros, tengo miedo de su respuesta. Ella se aleja un poco, me mira a los ojos y pregunta: “¿Cómo así? ¿Hagas lo que hagas con qué?”. No sé qué decirle, o de plano ya le digo… ¿Qué le digo? Al final suelto: -“con todo… con mi vida” -(ese “todo” para mí es muy grande). Piensa un poco y dice: -“claro que te voy a querer, eres joven tienes todo un futuro por delante, puedes hacer lo que quieras, lo que te propongas” -estira la mano hacia la mesa de noche, con cara de niña traviesa que acaba de romper algo y no quiere que nadie se entere; empieza a rascar con dos dedos la luna que la cubre mientras me dice:-“en cambio tu papá y yo cada día cavamos más nuestro hoyito “ (jajaja) risas de las dos. Termina nuestra conversación, con risas, como la mayoría de las veces.Y, yo pienso, si supiera, si tan solo supiera...

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.