Seguidores

miércoles, 6 de junio de 2012

Vaginas Ardientes - Salomón Borrasca


Vaginas Ardientes - Salomón Borrasca

Necesito de ti porque despiertas
el volcán que en mi piel había dormido
porque clavas tu lengua con violencia
como un huracán enfurecido.

Necesito de ti porque eres bella
porque ríes cuando es ruda mi suerte
por tu lengua delgada que es muy diestra
por tus dedos sedosos tan ardientes.

Necesito de ti loba salvaje
de tu modo de amar tan primitivo,
necesito de ti como el paisaje
necesita de el viento y el rocío.


-------


Este es un poema de "Salomón Borrasca" un pseudónimo de, al parecer una escritora que jamás reveló su verdadero nombre, y publicó con nombre de varón para justificar su pasión. Creo que pudo funcionar, pero me parece imposible que los siguientes poemas los haya escrito un hombre (con el debido respeto a su imaginación, claro). 



LÉSBICA / Salomón Borrasca
Deja caer tus senos en mis senos,
que nuestros pubis, mojados caracoles,
en un ritual de desagravio a Lesbos,
ebrios de éxtasis tan tiernos se fusionen.
Al resbalar tus yemas oh Sirena
mi humedal fluvioso se erosiona,
como una alud de alondras y violetas
tu cabellera mi cuerpo aprisiona.
En ese rito, proscrita mariposa
en que te entrego mis mieses de doncella
las hadas que son tan pudorosas
nos cubren con sábanas de seda.
.....................
LAS DOS TIERNAS MUJERES QUE SE BESAN / Salomón Borrasca
Y fue anoche
que en el bar doña Amparo,
debajo de el farol de luz rojiza
tus labios sedientos se libaron
el almíbar que expulsa mi vagina.
Y fue anoche
en el turbio zaguancito
de la antigua casona del cerezo
que dejaste caer tu cabellera
en mi clítoris hambriento de tus dedos
Y fue anoche
en medio de la lluvia
que azotaba la casa de tres puertas
que viví en mis carnes el poema
de dos tiernas mujeres que se besan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Profundísimos. Qué lastima que esta escritora haya tenido que escribir bajo un seudónimo masculino para resguardarse de una sociedad que no perdona nada.

Fuckin Perfect dijo...

:)

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.