Seguidores

martes, 28 de octubre de 2014

Lo que espera ser dicho

Cuando entro a este blog siento nostalgia del desfogue en alguna vez fue. O sea, entraba a dejar mis sombras acá y luego me iba. Luego era como un diario del descubrir. Y eventualmente, estaba feliz de modo que ponerlo modo triste era desalinear.

Ahora siento que he tomado distancia de lo que quisiera contar de modo que veo los detalles: ni cuenta me había dado de lo feliz que era, precisamente porque estaba viviendo.

Y ahora que tengo tiempo y ganas de novedad renuevo metas y solo de rato en rato recuerdo tu "¿ya vas a venir a dormir?".

Lo curioso será vivir con ese recuerdo sabiendo que esas que dormían juntas ya no existen.

domingo, 5 de octubre de 2014

Rehab emocional

En esto del rehab emocional me siento en una habitación donde veo las cosas de una forma. Apago la luz, la prendo y todo se ha movido de lugar, como si las cosas tuvieran vida y eligieran donde estar.

Es curioso: no tengo una puta certeza ni sé lo que va a pasar más allá de este mes y chilling. Soy la incertidumbre y bacán. Hoy me importan tres pepinos los temas políticos. Me compré una planta de lavanda y tiene unas flores lilas hermosas, estoy esperando que lleguen unos patines que ordené por internet. Empecé a ir al gym, me duele todo. Me muero por ir al teatro la próxima semana. Me falta cerrar tres temas importantes de chamba. Necesito urgente comprar Shampoo porque ya se acabo. Hoy almorzaré con mis padres. Debo llevar mi bicicleta al mecánico porque mientras manejaba se le cayó un pedal y casi muero. Debo enviar un artículo a una página. Quiero pulir unos poemas que escribí en épocas dramáticas. Tengo tres cuentos inspirados en chicas que me regalaron besos últimamente por escribir en la cabeza. Esta semana conoceré un café cultural finalmente (siempre que iba estaba cerrado o lleno). Esta semana me reuniré con una amiga investigadora para cuadrar un tema académico que quiero hacer. He comprado zapallo para hacer locrito. Mi roomate se ha comido mi pan y estoy emputada porque deja todo sucio. La ropa se está lavando. Escucho Onda Vaga y ese disco donde está la canción Tataralí. Amanecí escuchando The National, Beirut, Los planetas y me fui en feeling. Lloré un poquito cuando entré a ver el twitter de mi ex. Mi ex. Mi linda ex, que está logrando lo que soñaba. Recordé que el fin de semana sentí por fin la autorización de corazón de soltar la historia y sacar a bailar a este cuerpo que habito y al que tanto le he jodido con bombardeos de emociones.

Conocí a una chica interesante el fin de semana. Le hablé de ella a otra amiga, de otro círculo, de otra vida y... la conoce. TODAS LAS CHICAS LECAS DE LIMA se conocen. Me llegó (molestó) por un momento, pero mejor, me digo, al menos hay referentes, ¿no? Así vas sacando los issues generales, ya que tanto el trauma como la mejoría, se vuelven colectivos.

Quiero escribir nuevamente por acá. Les quiero contar que estaba traumadísima por no ser heterosexual. Que salí a vivir y que ahora. Unos 6 años después de empezar el viaje. Estoy en un punto en el que NO ME ARREPIENTO DE NADA.

Así va siendo ser leca neosoltera de veinticinco años en Lima. Una cosa que cada vez es más normal. Más llevadera. Ya contaré :)


miércoles, 1 de octubre de 2014

Renovaciones

Este año astrológicamente ha sido el año del caballo. Y más allá de creer en eso o no, es como si hubiese estado montando un caballo y este hubiese sido salvaje, y yo arriba de él, luchando por no caerme; o cayéndome y volviendo a subir. Sí, así ha sido.

Ahora hay calma. Cierta lentitud. Silencio. Después de que ella se fue, la odie, luego noté cuando la había amado; y luego, la volví a ver, de lejos, y quizás como nunca la había visto: como la persona que era ahora haciendo lo que de verdad (o por ahora con toda convicción) quería hacer.

Entonces, más allá de ella, me empecé a ver ¿y yo? La respuesta fue visceral: habían muchas cosas que me jodían y muchas cosas que rescatar. Encontré una frase bonita: "Quien conoce la fuente de su desdicha la disminuye; quien conoce la fuente de su felicidad, la aumenta". Entonces, han pasado meses en los que me he dedicado a engreírme, a corregirme.

Desde inscribirme a talleres de escritura creativa, hasta hacer nuevos deportes, viajes pequeños, probar sabores que no había probado, sacarme los clavos con personas del pasado, cerrar conversaciones pendientes, botar ropa que ya no me gustaba, comprar ropa con colores nuevos, pintar mi casa, comprar algunas plantas, escuchar música nueva. Atreverme.

Ha sido escalofríante darme cuenta de la desidia en la que me había quedado. Culpando a otrxs de mis consecuencias. He llorado en soledad hasta que la he aprendido a querer. He aprendido que la soledad es un regalo.

Han pasado meses y hoy que veo al espejo, me gusta lo que veo. No habría habido otra forma de salir que tocar fondo. Ahora, quizás en un arriba, escribo para recordarme que todo es un fracaso porque nada es para siempre y eso es la renovación: un inicio, una duración y un fin; la vida rodeada de intermitencia, de vida y muerte, de dicha y mala suerte, de alegría y pena; algunas cosas son sumamente simples: si quieres puedes.

Lo estás haciendo bien, cada vez comprendes más; si, tú la que escribes. No te canses.

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.