Es curioso, he intentado hacer una entrada en la que comparaba a mis ex con la linda loca con la que salgo ahora. Pero no pude, porque en verdad son incomparables: ellos son otros y yo también soy otra.
No puedo quejarme de ninguna de las personas con las que he tenido una relación, porque en su momento y de alguna manera las quise (y mucho). Además, estoy orgullosa de haber compartido un tiempo de vida con ellas: viví intenso.
Aún las admiro, aunque no las vea seguido, aunque me hayan herido o yo a ellas; en este punto eso ya no importa. Tampoco es despecho lo que siento, ni la esperanza de que algo del pasado regrese. Es solo ternura y agradecimiento. (Es rarazo! pero chévere :)
El tiempo ayuda a curar las heridas, créanme ;)
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