Hoy odié a un tipo en una reunión
de directorio. Era de esas
reuniones donde es muy importante estar presentable, usar las medias del mismo
color y saber de memoria varias cosas para hacer como que se sabe algo.
Él expuso, con desgano, sueño e incredulidad. Era patético. Conforme hablaba le hacían observaciones o se le adelantaban: era unos buitres, felices de encontrar carne podrida. Él, sonriente, encogía los hombros como si quisiera conservar los órganos del diafragma del ataque.
A veces bromeaba de sí mismo,
feliz de ser el encargado de toda esa ineficacia. Yo le miraba con la cabeza de
un lado: ¿ese es mi futuro? Supongo que es fácil juzgar cuando aún no se
ha vivido.
¿Será tal vez, que tengo las
ilusiones hacía arriba y él tiene el sueldo, la casa, la familia, el pene y la
vida hacía abajo?
Yo soy carne fresca.
Pd: la próxima semana expongo.
Pd: la próxima semana expongo.
1 comentario:
"¿Será tal vez, que tengo las ilusiones hacía arriba y él tiene el sueldo, la casa, la familia, el pene y la vida hacía abajo?"
Qué buena frase!
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