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viernes, 28 de septiembre de 2012

Carne fresca


Hoy odié a un tipo en una reunión de directorio. Era de esas reuniones donde es muy importante estar presentable, usar las medias del mismo color y saber de memoria varias cosas para hacer como que se sabe algo.

Él expuso, con desgano, sueño e incredulidad. Era patético. Conforme hablaba le hacían observaciones o se le adelantaban: era unos buitres, felices de encontrar carne podrida. Él, sonriente, encogía los hombros como si quisiera conservar los órganos del diafragma del ataque.

A veces bromeaba de sí mismo, feliz de ser el encargado de toda esa ineficacia. Yo le miraba con la cabeza de un lado: ¿ese es mi futuro? Supongo que es fácil juzgar cuando aún no se ha vivido.

¿Será tal vez, que tengo las ilusiones hacía arriba y él tiene el sueldo, la casa, la familia, el pene y la vida hacía abajo?

Yo soy carne fresca.

Pd: la próxima semana expongo.

1 comentario:

Jervalan Le Gris dijo...

"¿Será tal vez, que tengo las ilusiones hacía arriba y él tiene el sueldo, la casa, la familia, el pene y la vida hacía abajo?"

Qué buena frase!

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.