Seguidores

martes, 22 de marzo de 2011

Ser


A veces aprendes a ignorar que estás ignorando una parte de ti misma/mismo. Yo por ejemplo, me ignoré tanto, que al final ya ni sé identificar lo que siento, muchas emociones me abruman y yo las siento pero no sé como se llaman, eso me avergüenza; pero, no importa (me digo) y evado con algo, cualquier cosa. Y sonrió, y actuó.

Actuó... normalmente (y no soy yo). 
Y así... vivo una vida de silenciosa desesperación.

Hoy sufro al conocerme, me desconcierta mi propia ignorancia. 


No hay comentarios:

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.