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domingo, 13 de febrero de 2011

El pasado

El otro día mi pasado me llamó. Me dijo que me quería, que no había podido dejar de pensar en mí. Que habían muchas cosas que quería decirme, que me quería y que me perdonaba todo; pero que, por favor, volviera, que me quería (otra vez, redundante por demás).

La hora, 2 de la mañana. El motivo, alguna fuerte dosis de alcohol. La respuesta ambivalente, incredula, pero... conmovida (para que negar el hecho).

Dos semanas de idilio, lo que no hice, volvía para ser hecho. Era la segunda oportunidad. (de fondo suena: fue amor - fue amor, de Fito)

A la tercera semana, a mi pasado lo asaltaron las dudas, y el recuerdo de SU pasado.
Y él se fue.
Esta vez, de verdad.
No, nadie tiene el poder de cambiar el pasado. 


-La satisfacción de haber vivido el momento 2 semanas, y de cerrar el por fin aquella historia, mitigan la desazón de aceptar que erré hace mucho. A lo que pasó le pueden decir karma-

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... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.