Por algún lugar leía que la única forma de dejar el pasado atrás era esperanzarse en un futuro, emocionarse e ir hacía allá.
A ella, la ex, la preciosa, no la amo menos sino más: lo que vivimos viaja conmigo y a ella ya no la quiero para mí (miren ustedes, sí se podía amar sin depender).
Paralelas, crecen otras historias, un futuro con sonrisas y otra preguntando:
"¿Por qué no me besaste?"