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viernes, 4 de julio de 2014

Odio porque amé

Los recuerdos son como arenas movedizas. El pasado está vivo, se reinventa. Podría decir que yo pensé que se iba a quedar quieto en lo bueno, en lo bonito, en las conclusiones a las que llegó luego de pasar por el infierno y, pensé que ya había pasado eso; pero no. El infierno son los otros y lo que no terminas de conocer.

"Una verdad no dice nada y el mismo tiempo lo esconde todo" https://www.youtube.com/watch?v=a9Urj7-e_RA

De pronto he sido tan cojuda. Y veo hacía atrás y lo he sido tanto que me molesto con mi inocencia. Y odio, la odio. Pensé que yo la había cagado, hablé de cada vacilación, me desnudé desde dentro. Y tú, atenta, mirabas mi show, indolente. Pisoteando y luego sorprendida de que me dolieran tus golpes bajos. Mentías.

Y por alguna razón, pensé que eran formas de ser diferentes. Yo preocupándome siempre de las palabras que iba a usar. Y tú de actos. Excusándonos, culpándonos. Yo demostrando de todas las formas posibles que ya amaba, tú dudando de tu sombra. ¿Y ahora? ¿Quién eres? ¿Quién soy? ¿ahora? NADA, no somos nada. Y estoy acá, sola y sobreviviente del amor para volver a parirme.

Ay, pero qué afán de castillos en el aire, me enamoré de una proyección de persona o de dos de las tres dimensiones. Y tal vez tú también y por eso mentías.

Es tarde, siento amargura, no hay bueno ni bonito categórico; todo tiene un lado sombrío. Lo más optimista que puedo decir es que no tengo idea de quién eres. Siento arcadas cuando te veo y una capacidad inmensa de desprecio que no me conocía.


¿Qué fue verdad?

-silencio-

Te diré lo que es verdad: te odio tanto como hoy noto que te amé, falsa.


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... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.