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miércoles, 6 de enero de 2010

Y ahi la muerte

No espere nada de ella, no le puse careta con una etiqueta, ni una hacha en la mano...Podia venir en sobre, o en un soplo del aire, estaba en el siguiente paso, al cambiar la luz o quizas en la ducha, ahi no mas... a la vuelta.

Despues de ella habria un hueco, un vacio, unas ultimas palabras y recuerdos de un autor desaparecido. Me gustaba saber de su cercania, para recordar que era yo, quien estaba viva...Hasta hoy.

La muerte le ha mirado, con una mueca rara, quiere venir por ella, ella le ha dado la espalda, pero la muerte, sabe, no tiene que pedir permiso.

... escribo porque en la fantástica internet se puede ser lo se quiere, hasta uno mismo.